“Si o no” al vestido negro de invitada

El vestido negro, es el básico por excelencia que encontramos en el fondo de armario de medio planeta. Un todoterreno al que muchas mujeres recurren cuando no saben qué ponerse. Aunque con el paso de los años se ha ido desterrando como opción para las celebraciones más pomposas.

Como asesora de imagen, muchas son las que me preguntáis si el vestido negro es apropiado a la hora de acudir a una boda de día, a un bautizo, etc.

Para celebraciones donde el protagonista sea un niño, mi opción sería el color. Reflejo de un día alegre, infantil e inocente.

El negro es un color marcado por la historia y costumbres de nuestros abuelos. En un tiempo donde librarse de ataduras morales está en boca de todos, yo, desafío el protocolo y voto por el vestido negro para acudir a una boda de día.

Ahora bien, no todos los vestidos son iguales y hay detalles a tener en cuenta.

En primer lugar, me decanto por el color más oscuro en las bodas de verano, contrario a lo que muchas pensarían, la temporada estival nos da más juego a la hora de mezclar complementos, cortes y tejidos.

Aquí prima la elegancia y originalidad para dotar al vestido de la personalidad suficiente y así,  imponerse al color. Se busca un equilibrio entre las tonalidades del vestido y complementos. Mezclando paletas de una misma gama cromática con detalles de alta calidad que hagan que tu estilo sea único.

 

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Feliz día,,