Por un 2108 que cuente

En nuestros propósitos para año nuevo están, ir al gimnasio, dejar de fumar, cuidarnos, comer sano,  ser mejor persona, etc.  En mi caso, para no mentir, diré que muchos de éstos están dentro de los míos. Pero, siempre que miro a mi alrededor, y más, a medida que los años pasan, me doy cuenta de que pocos me dicen que entre estos, está, quejarse menos.

Nos pasamos la vida lamentándonos de lo que no tenemos o pensando cómo sería nuestra vida con esas cosas que tanto anhelamos. Esperamos que la suerte nos toque con su varita mágica sin esforzarnos por hacer que nuestra vida cambie. Continuamente escucho lamentos de cosas insignificantes  sin acordarnos que todo pueden ir aún peor.

No sirve cerrar los ojos y esperar que todo cambie por capricho del destino.  Me gustaría que dejásemos de quejarnos por tonterías, que la pereza desapareciese de nuestro sillón, que las ganas invadiesen nuestro cuerpo sin miedo a que las cosas no salgan bien. Que la vergüenza diese paso a la espontaneidad de decirle a los nuestros que los queremos. De escuchar con todos los sentidos. Que el rencor fuese cosa de  películas de ficción. De darnos cuenta de que no hay que tocar fondo para apretar los dientes y no dejar de luchar por hacer que el mundo sea diferente.

Atrasar la felicidad por esperar que las cosas cambien es el mayor error que cometemos,¿ y si nada resulta ser como esperábamos?.   Hay que aprender a pensar en positivo y aceptarnos como somos,  a hacerse más fuerte que la suerte.

Os deseo que este 2018 cuente en vuestras vidas y os haga libres.

Os regalo la canción, GREEN LIGHT de la cantautora neozelandesa LORDE, para muchos, el disco del año. A veces, es mejor decirlo con música.

Feliz día..